Historia del Inbound Marketing
Su historia bien puede explicarse con dos grandes hitos: la evolución lógica del mercado a partir de la década de los 90, y la aparición de la metodología propia del Inbound Marketing. Esta fue ideada por Dharmesh Shah y Brian Halligan, creadores de la conocida compañía de software HubSpot.
En ese momento, ambos enfoques sirvieron para comprender las transformaciones que ya sufría el Marketing. Principalmente, porque siendo contextos diferentes, buscaron soluciones tecnológicas a un mismo problema. Las empresas no lograban una rápida adaptación de sus procesos frente a los constantes cambios de consumo.
Fue así como en medio de un contexto digital emergente, se comprendió que el ciclo de compra deja de ser lineal, y el proceso de comunicación entre marcas y clientes, monocanal.
Las personas se alejaron notablemente de la publicidad de carácter intrusivo y las marcas comenzaron a pensar en información de valor para lograr una comunicación genuina con sus clientes.
Ahora bien, ¿cómo funciona el Inbound Marketing?
Dicen que su método se lo debemos a Shah y Halligan. En principio, fueron ellos los responsables de aplicarlo, comprobarlo y perfeccionarlo a lo largo de su experimentación.
Su método se constituye por cuatro etapas: atraer, convertir, generar y deleitar al cliente.
Atrae
Pensar en cómo atraer personas a tu sitio web, es el primer paso en una estrategia de Inbound Marketing. He aquí donde aparece uno de sus aliados: El Contenido.
Magnetiza a las personas correctas. Explica lo que haces, cuál es tu proceso y qué beneficios tendrán si te eligen. Piensa en cómo puedes resolver una problemática que dé como resultado la compra de tu producto o el servicio que ofreces.
¿Dónde muestras esto? Hay diferentes recursos, pero su uso dependerá de tu planificación y objetivos. De momento: Blog y técnicas de SEO (Search Engine Optimization), en conjunto con redes sociales, podrían ser tus bases estratégicas para comenzar.
Convierte
Partiendo de los interesados iniciales, el siguiente nivel será convertirlos en posibles prospectos de venta. En esta etapa, el enfoque educativo del Inbound Marketing juega un papel fundamental. Por eso, trata de recaudar la mayor cantidad de detalles posibles sobre ellos.
Esto te permitirá ajustar la información que entregues, conforme vayan avanzando en su ciclo de ventas. Recurre a ofrecer recompensas por datos. Es decir, entrega valor por el hecho de que esos prospectos, tomen acción. Y, tal vez así, terminen completando un formulario de contacto en tu sitio. ¡No sabes cuánto te beneficiará!
Genera
Ahora que cuentas con datos y prospectos de compra específicos, ¡ha llegado el momento de la estocada! Condúcelos a convertirse en clientes.
Algunos cumplirán con el proceso de compra; otros, simplemente se quedarán en el camino. Sin embargo, no debes perderlos de vista. Recuérdales por qué deben elegirte.
Deleita
¡Conserva tus clientes! Hazles sentir lo importante que son.
Sigue nutriendo la relación con propuestas de contenido más personalizado. Piensa en sus necesidades y en cómo puedes enriquecer su experiencia post compra. Conquista el nivel más alto del Inbound: ser recomendado en su red de contactos cercana.
Conclusión
Si los tiempos cambian, las necesidades humanas también. Los clientes están ávidos de recibir información. Saber esto es fundamental para ser capaces de crear estrategias de contenido diferenciadoras.
¡Aprovecha tu contexto! Acompaña debidamente a tu cliente desde el momento en el que ni siquiera se imagina que tu propósito será conquistarlo. ¡Esto es el Inbound Marketing! ¿Te animas a probarlo?
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